Muchas veces se nos olvida la influencia que, en mayor o menor medida, ejerce el exterior sobre nosotros. A menudo obviamos la proyección que tienen los demás en quienes somos, e incluso el contexto donde crecimos. Porque todos, sin excepción, tenemos una historia que contar. Una historia que merece ser escuchada, un pasado y un presente compuesto de piezas que nos cuentan cosas sobre el futuro. Encajar todas esas piezas es parte de mi trabajo y estoy deseando ayudarte.
Colegiada por el Colegio Oficial de la Psicología en Madrid, con número M-20494.
Mi experiencia profesional de más de 35 años, se centra en el tratamiento de los malestares psicológicos y emocionales de las mujeres relacionados con el día a día.
La toma de decisiones, la gestión de emociones, la relación de pareja, cerrar círculos abiertos del pasado, autoestima, confianza en ti misma, el estrés cotidiano o la organización diaria.
Focalizo también en situaciones complejas como: conductas adictivas, violencia de la pareja o expareja, violencia sexual, dependencia emocional, ansiedad, depresión y estrés.
Aplico el análisis de la conducta y diversas técnicas y herramientas psicoterapéuticas, para ayudarte a mejorar tu situación cognitiva, emocional y comportamental.
El análisis de las diferentes áreas de tu vida, desde diferentes perspectivas, metodologías de diagnóstico y con enfoque de género, me permite siempre, establecer el mejor plan de tratamiento diseñado específicamente para ti, y en el que tú eres parte fundamental.
La intervención terapéutica desde una perspectiva de género implica explorar, conocer, interrogarnos, investigar y resolver.
La condición de ser mujer, hace que nuestras experiencias y formas de enfermar sean diferentes a la de los hombres y, por lo tanto, la forma de intervenir en la atención de la salud mental de las mujeres debe tener impreso este enfoque de género para lograr los resultados esperados.
Nací en una preciosa provincia de Perú, San Vicente de Cañete, cerca de la costa. Mi madre migró a la capital cuando yo apenas tenía un año, junto con mis hermanas y hermanos.
Mi infancia, niñez, adolescencia y juventud transcurrió, como transcurre la vida misma, con sus altas y sus bajas, con buenos y malos momentos, pero siempre hubo un hilo conductor en todos esos años, unos principios que resultaban muy poderosos, el amor, la unión, la fortaleza, la justicia y la compasión que mi madre, mi padre y mis hermanos y hermanas me trasmitían, valores importantes para mi desarrollo personal y profesional.
Desde siempre me gusto ayudar a las personas, mis amigas, y amigos del barrio, compartir lo mejor de mí y echar una mano en los momentos difíciles.
Decidí estudiar Psicología, porque alguien me hizo ver que tenía ciertas actitudes, aptitudes, habilidades y competencias para acompañar y ayudar a quienes lo necesitaran.
Cuando terminé mis estudios en la universidad, resolví trabajar en el ámbito clínico de las drogodependencias, en el tratamiento e inserción social de personas con diagnóstico de adicciones, me forme con los mejores profesionales, trabaje en zonas muy castigadas, y con pacientes que habían sufrido mucho y tenían la experiencia de la vida más dura
Aunque trabajaba inicialmente con varones, veíamos casos de mujeres con trastorno adictivo y me cuestionaba por qué se tenía que aplicar el mismo trabajo que se hacía con los hombres en las mujeres, cuando, claramente observábamos que sus vivencias y sus historias de vida eran diferentes.
Fui presidenta de la Asociación de Comunidades Terapéuticas en Perú y secretaria de la Federación Latinoamericana de Comunidades Terapéuticas, y eso, me dio la oportunidad de tener una formación aún más sólida y amplia para ver más allá de lo visible. Argentina, Colombia, Venezuela, Chile, Brasil, destinos en los que aprendí de diferentes realidades y tratamientos, en el año 1997 viaje a Argentina, y realice una experiencia inmersiva de 15 días en la Comunidad Terapéutica de mi gran amigo y mentor Juan Carlos Rossi, “Viaje de Vuelta”, en 1999 viaje a Estados Unidos de Norteamérica a cumplir uno de mis grandes sueños para seguir mi formación como psicóloga en la atención del Modelo Comunidad Terapéutica para drogodependientes, realice una especialización inmersiva a tiempo completo de 650 horas en el tratamiento clínico de adicciones en el Modelo Comunidad Terapéutica, fue toda una experiencia de aprendizaje.
Aprendí que no se podía tratar a las mujeres igual que a los hombres y ello me llevó a la determinación de crear una Comunidad Terapéutica para mujeres en Perú. Fue la primera que trabajaba con mujeres adolescentes, jóvenes y algunas mujeres mayores. Una gran experiencia.
Desde que terminé la Universidad siempre tuve un sueño, y era el estudiar un Master de Drogodependencia en la Universidad Complutense de Madrid en España, el Master de mis sueños y como los sueños se trabajan fui a por el…
En el año 2000 tuve la oportunidad de hacer mío mi segundo gran sueño, y viaje a España con una maleta llena de ilusiones y ganas de aprender todo lo que me enseñaran, y así fue…
Seguí trabajando con mujeres, con diferentes experiencias de vida, culturas diferentes, diferentes diagnósticos y malestares psicológicos, siempre desde sus problemáticas. Mi inquietud por conocer, investigar y desarrollar nuevas formas de abordaje terapéutico específicos para las mujeres, me motivan y en 2018, realicé un nuevo Master en Estudios de Género con especialidad en investigación feminista.
Me encanta probar la vida a pequeños bocados, saborearla. Tengo claro que mi trabajo forma parte importante en mi vida porque me apasiona.